Hombres trans aseguran que cinco días de permiso por paternidad no les permite recuperarse de un parto

04 / 12 / 20245

Desde la Tribuna del Congreso de la Ciudad de México, la diputada Diana Sánchez Barrios alzó la voz a favor de aquellos integrantes de la población Transgénero, en este caso específico de los hombres trans que deciden gestar.

Sobre el tema señaló, “ellos, al ser reconocidos legalmente como hombres, no acceden a los derechos de maternidad que protegen a quienes atraviesan un embarazo. Y, al mismo tiempo, los permisos que les corresponden como padres resultan insuficientes para cubrir un proceso biológico que requiere tiempo, recuperación física y cuidados para la vida de la recién nacida".

Y explicó “la ley vigente les otorga únicamente cinco días de permiso por paternidad tiempo que no les permite recuperarse de un parto, ni garantizar la alimentación y el cuidado del bebé.

Cinco días que vulneran su salud, su estabilidad laboral y, sobre todo, los derechos de niñas y niños que merecen cuidados suficientes, afecto y presencia en sus primeros días de vida”.

Asimismo, expuso: “esta situación se agrava porque las encuestas oficiales, como la ENDISEG 2021, no distinguen entre hombres trans y mujeres trans. Esta omisión estadística genera un vacío que invisibiliza todavía a quienes se encuentran precisamente en el centro de la problemática que hoy expongo”.

Por lo anterior, la también coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente propuso una reforma para proteger a los hombres trans que deciden gestar, para asegurar su acceso a licencias suficientes, a seguridad social adecuada, a condiciones dignas de salud y trabajo, y para garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Es así como Sánchez Barrios sometió de forma respetuosa “a consideración de este Congreso la Iniciativa con Proyecto de Decreto ante el Congreso de la Unión, mediante la cual proponemos reformar el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como diversos artículos de la Ley Federal del Trabajo, de la Ley del Seguro Social y de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado”.

Cabe señalar mencionó la representante popular que los derechos fundamentales de los hombres trans que deciden gestar son esenciales en una democracia, “porque reafirman la autonomía corporal plena, amplían el significado de la paternidad, desafían los estereotipos de género, visibilizan nuevas formas de familia, fomentan la empatía social, crean precedentes de reconocimiento jurídico, fortalecen la idea del cuidado como valor universal, promueven conversaciones necesarias sobre salud reproductiva, defienden el derecho humano a decidir formar una familia y aportan a una ética de la autenticidad que reconoce el valor de vivir de forma coherente con la propia identidad”.

En otra parte de su lectura, pidió a sus pares aprobar esta iniciativa ya que “de esta forma daremos un paso adelante en la construcción de un marco jurídico más igualitario, inclusivo e innovador. Y, a la par, estaremos protegiendo a las futuras generaciones, garantizando el principio del interés superior de la niñez.

Hoy, gracias a la visión del actual gobierno de la Ciudad y al Gobierno de la República, estamos caminando hacia una nueva etapa de igualdad”.

En otra parte de su intervención dejó en claro lo siguiente “lo que hoy planteamos es una exigencia de justicia, de igualdad y de respeto al interés superior de la niñez. Cada recién nacido tiene derecho a contar con cuidados adecuados, sin que la identidad de género de su padre o madre se convierta en un obstáculo legal.

Y cada persona que decide gestar merece vivir ese proceso con dignidad, seguridad laboral y protección institucional”.

Para apuntalar lo anterior recurrió a datos estadísticos: “las cifras de discriminación son alarmantes. Más del 50% de las mujeres trans y más del 40% de los hombres trans han enfrentado la negación de algún derecho. Más de la mitad ha presenciado o sufrido actos discriminatorios en su trabajo.

Y aun así, estas cifras no revelan la profundidad del problema, porque la estadística nacional no distingue entre identidades trans masculinas y trans femeninas.

Esta falta de reconocimiento se convierte en exclusión. Se convierte en riesgo. Se convierte en silencio”.

Sánchez Barrios también detalló que después de garantizar el derecho a la identidad, la seguridad y el libre desarrollo de la personalidad, emerge otro desafío esencial: el acceso equitativo a la salud, al trabajo, a la educación y a la inclusión plena.

Por lo que, comentó “en estos ámbitos, las desigualdades siguen pesando sobre las personas trans. Su exclusión no es un asunto aislado; es un fenómeno estructural que se mantiene cuando la legislación no alcanza a cubrir su realidad.

A pesar de estos desafíos, también reconozco los avances. Hoy, 19 entidades federativas ya reconocen la identidad de género autopercibida. Asimismo, la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación, establece criterios para construir espacios laborales seguros, incluyentes y libres de violencia.

Y señaló que la Suprema Corte, en diversas resoluciones, ha reiterado que el reconocimiento de la identidad de género y la protección de las personas trans es una obligación del Estado mexicano.

Sobre el tema expuso: “nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, ha señalado públicamente que su administración federal tiene planeadas iniciativas orientadas a apoyar a la comunidad LGBTTTIQ+; en ámbitos de salud, inclusión social, vivienda y servicios, con la firme meta de combatir la discriminación y garantizar derechos”.

La representante popular agregó “sé que la Ciudad de México ha sido, y debe seguir siendo, un ejemplo en materia de protección de derechos humanos en nuestro país.

Esta ciudad se ha distinguido por construir espacios donde la justicia social se convierte en realidad, donde la dignidad humana encuentra cobijo y donde los grupos históricamente excluidos avanzan hacia una vida más justa.

Gracias a esta vocación, hoy celebramos derechos que hasta hace algunas décadas parecían lejanos, como lo son: el reconocimiento de la identidad autopercibida, el matrimonio igualitario, la paridad de género y de grupos prioritarios en procesos electorales, entre otros avances que transformaron la sociedad y el sistema político”.