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Justicia, antídoto contra la desmemoria: Rosario Piedra Ibarra


07 / 07 / 2022

  • No se puede apelar a la reconciliación como el último recurso de la desmemoria, porque la transformación de este país se dará con el advenimiento de la justicia y la verdad, señala

“El único antídoto contra la desmemoria es la justicia, por lo cual es necesario que acabe la impunidad y se nos diga quiénes y qué hicieron con nuestros hermanos, con nuestros padres y madres, con nuestros compañeros desaparecidos en los diferentes movimientos sociales de nuestro país”, afirma la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), María del Rosario Piedra Ibarra, al inaugurar la exposición fotográfica “70 años de la masacre de Henriquistas en la Alameda” de la Ciudad de México, justo frente al lugar donde ocurrió dicha represión el 7 de julio de 1952.

Asegura que la desmemoria es como un cáncer que va de la mano de la ausencia de justicia y del ocultamiento de la verdad, de ahí que se impone la urgencia de “barrer nuestra basura”, generada por “malos Presidentes, malos funcionarios, malos soldados y malos policías, cuyos nombres deben desaparecer de nuestras calles y constar, para siempre, en el muro de la ignominia”.

Expuso, además, que no se puede apelar a la reconciliación como el último recurso de la desmemoria, toda vez que la transformación de este país se habrá de dar porque la anhela el pueblo, y con ella vendrá también el advenimiento de la justicia y la verdad, que son el único camino válido y ético para poder llegar a la digna reconciliación, la que merecen nuestras víctimas.

En este sentido, indica, la muestra -que se presenta frente al Hemiciclo a Juárez de la capital del país- constituye un acto de memoria histórica para recordar y, al mismo tiempo, exigir justicia por las y los integrantes del Partido Constitucionalista Mexicano que se reunieron en dicho lugar para festejar el triunfo de su candidato presidencial, general Miguel Henríquez Guzmán, el 7 de julio de 1952 y quienes fueron violentamente reprimidos por las fuerzas de seguridad encabezadas por el Estado Mayor Presidencial, la recién creada Dirección Federal de Seguridad y la Jefatura de Policía capitalina, con un saldo aproximado de 500 personas fallecidas, cuyos cadáveres fueron llevados al Campo Militar número 1 para ser desaparecidos y cremados.

En compañía del nieto del ex candidato presidencial, Ignacio Estrada Henríquez; del representante de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, José Rodrigo Ávila y del secretario ejecutivo de la CNDH, Francisco Estrada Correa, la titular de este Organismo Autónomo precisa que en el proceso para llegar a la verdad y la justicia hay resistencias, por lo que no será fácil alcanzarlo y, en este sentido, pidió confiar en el pueblo y en su capacidad de hacer que las cosas pasen.

Por ello, refiere, desde la Comisión Nacional de los Derechos Humanos estamos trabajando para que todo eso sea una realidad, de la mano de las víctimas, defendiendo al pueblo y advirtió a quienes juegan con las esperanzas de quienes seguimos buscando la justicia para las personas desaparecidas que “si no nos engañaron los maestros del engaño y la manipulación, menos habrán de engañarnos quienes nos quieren divididos y enfrentados para seguir aplazando la transformación”.

En su oportunidad, José Rodrigo Ávila detalla que la exposición es una oportunidad de aprender de las lecciones que nos ofrece la historia, como el gran consenso nacional de campesinos, obreros, burócratas y militares bajo el liderazgo del general Henríquez, cuya sangre fue derramada por causas justas.

A su vez, la subdirectora de Documentación Histórica de la CNDH, Jazmín Cisneros, detalla que con este acto se inaugura un esfuerzo por la reivindicación de las víctimas y recuperar la memoria y la verdad de proyectos políticos que se intentó soterrar, pues a pesar de la represión, estas luchas masacradas fueron semilla de las conquistas democráticas que vivimos hoy en día en el país, ya que la matanza ocurrida en la Alameda forma parte del inicio de un largo periodo de violencia política de Estado, que engloba las represiones vividas en 1968, 1971 e infinidades de casos enmarcados en la mal llamada “guerra sucia”.

La integrante de la Oficina Especial para la Represión y Desapariciones Forzadas por Violencia Política del Estado durante el pasado reciente de este Organismo Autónomo, Verónica Jiménez, indicó que la violencia desplegada por el Estado intentó exterminar física e ideológicamente al movimiento Henriquista, mediante violaciones atroces a los derechos humanos como torturas, desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales, entre otras.

La exposición “70 años de la masacre de Henriquistas en la Alameda” será exhibida de forma gratuita durante el mes de julio en el corredor del Museo de la Memoria y la Tolerancia en la Ciudad de México, frente al Hemiciclo a Juárez.



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