Alianza Federalista piden neutralidad política en temas de seguridad
20 / 12 / 2020
20 / 12 / 2020
Debido a los recientes y lamentables acontecimientos ocurridos en el estado de Jalisco, la Alianza Federalista considera que no basta con expresar su preocupación por la situación de violencia que padece el país, sino que se requiere poner en marcha políticas, estrategias y acciones sustanciales, pues ni el temor, ni la inercia, ni la displicencia rescatarán la tranquilidad en las calles, hogares y almas mexicanas.
Reiteran el llamado al Gobierno Federal para reunirse de manera urgente a trabajar con los gobernadores y realizar un análisis general y particulares en materia de seguridad pública, así como para replantear propuestas y ejes de acción.
Solicitan respetuosamente que la convergencia se dé antes de que terminé el presente año, pues México no se puede permitir tibieza en un drama de esta escala.
A su vez, explican que necesitan una coordinación conjunta de manera integral con quien ocupe el cargo como nuevo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pues desde la renuncia de Alfonso Durazo, hace casi dos meses, no hay quien encabece la estrategia de seguridad nacional.
Además, se retome el diálogo con las autoridades federales para así poder visualizar la dimensión del problema. Por poner un ejemplo, acciones como abandonar la coordinación en materia de seguridad en el Estado de Chihuahua perjudican directamente a la población y desechan tiempo y trabajo valioso.
La Alianza pide que su voz sea tomada en cuenta en el próximo Consejo Nacional de Seguridad, pues es necesario que se retome la comunicación y el diálogo lejos de todo tinte partidista o politización.
Reiteran el llamado al Gobierno Federal para que la neutralidad política se mantenga en temas de seguridad; por nuestra parte, garantizamos nuestro compromiso para que así sea, en congruencia con esta excitativa.
El ataque directo y premeditado en contra del exgobernador Aristóteles Sandoval pone en evidencia, no sólo un panorama funesto y generalizado, sino sobre todo que nadie está a salvo, así sean personas públicas o ciudadanos de a pie.
En la Alianza Federalista lamentamos tan terrible crimen, pero le aseguramos a los familiares de quien alguna vez fue titular del Gobierno de Jalisco que el actual gobernador, Enrique Alfaro, ha puesto en marcha la maquinaria de justicia estatal para dar con los responsables. De este esfuerzo la federación no debe desentenderse.
La violencia es el signo más evidente del deterioro del tejido social. La población vive en constante alerta; en algunos casos ha tenido que aprender a sobrevivir desconfiando del prójimo, pues es de conocimiento público que no sólo se tiene que lidiar con la delincuencia común, la cual ha proliferado en el seno de un país económicamente roto, sino que existen zonas enteras bajo el dominio y yugo del crimen organizado y cuyos poblados viven muy lejos del anhelado Estado de Derecho y la gobernabilidad soberana.
Es doloroso y cruel hablar de cifras pues se corre el riesgo de deshumanizar la problemática, pero sin duda el hecho de que en los últimos dos años se haya rebasado de manera histórica e infame el número de homicidios dolosos debe ser expresado en alto.
No es válido, en ninguna circunstancia, resignar al país a un destino tan lamentable como lo es el abandono, la desesperanza, la injusticia y la impunidad.
Reconocen que, pese a los esfuerzos de los tres órdenes de gobierno, los estados y municipios no hemos conseguido la tan anhelada paz social y, mientras avanza el tiempo, nos es cada vez más difícil hacer frente con nuestras limitados recursos y facultades al fenómeno global de violencia y, sin embargo, no hemos escatimado en recursos y voluntad, ni lo haremos, para combatir este mal.
Los gobiernos estatales "hacemos nuestra parte, pero necesitamos que el poder federal nos tome en cuenta, escuche y apoye, no sólo con declaraciones y buenas intenciones, sino con acciones reales, efectivas y eficaces".
Lo decimos con el mayor respeto, nuestros ciudadanos no deberían padecer los estragos de una estrategia sin estrategia y que en su falta de tecnicismo y carencia de análisis sólo ha difuminado la paz y la confianza de las y los mexicanos.
Despojémonos de toda indolencia e insensibilidad; coordinémonos. Unamos los esfuerzos de los tres órdenes de gobierno para poner fin de una vez por todas a la violencia y la inseguridad. Aseguremos certidumbre y paz genuina a los mexicanos. Hagamos que vuelvan a confiar en sus autoridades en esta materia; que ante los atropellos y los crímenes no teman alzar la voz, y estén ciertos que sus gobiernos los respaldan y protegen.
Con este mensaje queremos decirle a la ciudadanía que no está sola y que luchamos desde nuestras respectivas trincheras para atender el fenómeno de violencia y poner fin a tantos años de terror.
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