Reconocimiento
24 / 09 / 2019
Folclor urbano
Por SALVADOR ESTRADA
chavasec@yahoo.com.mx
Ya pasó el temor entre los capitalinos y los habitantes de todo el país de que se repitiera el terremoto de hace 34 años que enlutó a cientos de miles de familias mexicanas y destruyó casas, escuelas, edificios y dañó templos coloniales en la capital y en diversos estados de la República.
También se recuerda que hace dos años, tembló nuevamente y se cayeron casas, escuelas y se colapsaron condominios y las iglesias católicas del siglo XVIII sufrieron graves daños y hasta en la catedral se “cayó la fe”, una escultura representativa de esa virtud teologal.
Pero los daños de esa desgracia catastrófica del 85 se dieron a conocer ese día por la XEX, gracias a la labor profesional de un periodista que se conectó a la radiodifusora y con teléfono en mano recorrió en su automóvil la ciudad y narró lo que encontró a su pasó: derrumbes y más derrumbes, edificios colapsados.
Algo nunca visto, como si la ciudad hubiera sido bombardeada. Ambulancias por diversos rumbos trasladando heridos y muertos.
El ulular de las sirenas anunciando su paso y los gritos y gemidos de los heridos se escuchaba en muchas partes de la ciudad.
Y él que amaba la ciudad y conocía muy bien el centro histórico, estaba estupefacto, no lo podía creer, veía atónito una ciudad destruida, pero a la vez describía y daba cuenta de cómo se movían los ciudadanos, hombres y mujeres, tratando de llevar ayuda a todas las zonas donde se veían los derrumbes.
Jacobo Zabludovsvky no paró en su trabajo informativo hasta la noche en que llegó a los estudios de televisa en San Ángel, el edificio de Televisa en Niños Héroes estaba dañado, se había caído su antena retrasmisora.
También hay que reconocer a todos los medios de comunicación que informaron sin parar y a los reporteros que se la rifaron noche y día y hacer una mención a los reporteros de 24 Horas que anduvieron de la seca a la meca y a Guillermo Pérez Verduzco, reportero non, que estuvo con los “topos” y en la Cruz Roja y en las ruinas y que ganó la primicia ¡rescatan a niños recién nacidos entre las ruinas del Hospital Juárez!
Todos los medios de comunicación dieron cuenta de lo sucedido, sobre todo las radiodifusoras, por su prontitud, y la prensa y la televisión no escatimaron esfuerzos en su labor informativa.
Roberto Rock, empezaba su carrera, destacó por sus crónicas del desastre en la ciudad que se publicaron en El Universal, y que ahí están en la Hemeroteca para su consulta.
Jacobo, que fue el maestro de la información televisiva, debe ser recordado por su labor periodística en 1985 y que su nombre permanezca en la ciudad.
Las autoridades capitalinas deben tenerlo presente y darle su nombre a un jardín o calle de la ciudad de México porque defendió y amó al Centro Histórico. Jacobo ha ganado esa distinción y se debe reconocer.