Con más de 50 millones de viajes anuales, la micromovilidad gana terreno en las ciudades de América
26 / 05 / 2019
Los servicios de scooters negocian con autoridades que buscan regularlos desde tres escenarios: apertura, desconocimiento o una franca oposición
Leipzig, Alemania.- En tan sólo dos años, los servicios de micromovilidad eléctrica y activa compartida aportaron casi 50 millones de viajes sustentables, rápidos y divertidos en América del Norte, escenario que se consolida con estadísticas similares en ciudades de América Latina.
Sin embargo, su irrupción en las variedades de servicios de movilidad ha generado barreras regulatorias que en el caso de algunas ciudades, limitan el alcance y aporte que la micromovilidad eléctrica compartida transfiere a las redes y sistemas de transporte masivo.
Frente a tal escenario, GROW, holding que posee las marcas de monopatines, bicicletas eléctricas y urbanas, Grin y Yellow, convocó al foro “Mejorando la conectividad y la accesibilidad a través de la micromovilidad. Retos y significados”, en el marco del International Transport Forum 2019 (ITF) en Leipzig, Alemania, el encuentro más importante de transporte a nivel mundial organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En este escenario, Stephen Perkins, jefe de Investigación y Análisis de Políticas del ITF de la OCDE, destacó que los scooters, como medios de transporte de última milla son actores de la movilidad urbana que llegaron para quedarse y destacó su aporte a los servicios masivos de transporte público; sin embargo, acotó, que al ser los últimos en sumarse a las calles han sido vistos como actores extraños por autoridades y vecinos
“¿Cómo podemos obtener datos cuando no hemos definido una categoría? Esto es lo que ha dificultado a las autoridades su regulación porque ¿dónde encajan los scooters en la familia de los nuevos sistemas de movilidad como Uber o las bicicletas compartidas?”, apuntó en el foro mundial organizado por la OCDE.
Perkins agrega que los scooters crearon un mercado nuevo debido a que no existía un servicio similar y, por lo tanto, no afrontan los problemas de negociación pública y privada que sí tuvieron servicios como Uber, por lo tanto, consideró, el esquema regulatorio también debe ser distinto.
La micromovilidad llegó para quedarse
La mesa convocada por GROW en el marco del ITF 2019, el escenario de transporte y movilidad más importante del mundo, se llevó a cabo en el contexto de la decisión que la Secretaría de Movilidad del Gobierno de la Ciudad de México hará pública sobre las empresas de scooters que obtendrán permisos anuales para operar en la capital mexicana.
El senior manager de City Pilots en NUMO Alliance, Carlos Pardo, coincidió en que la última disrupción encabezada por los scooters para los servicios de movilidad de las ciudades, motivó a las autoridades a buscar regulaciones más estrictas frente a experiencias previas como la irrupción de servicios privados similares al taxi.
Sin embargo, Pardo expuso que si ya existe una regulación para estos servicios de transporte previos, la autoridad podría tomarla como base y ajustarla a las características de la micromovilidad.
“Si va a cobrar una penalidad porque el scooter queda mal estacionado ¿por qué no también con todos los vehículos? Si hay un automóvil, cóbrele; si hay un camión que paró y estuvo ahí dos horas, ¿cuál es la penalidad? Y que eso sea lógico: si el carro es grande, el camión es gigantesco y la patineta es minúscula, pues hágalo correspondiendo a eso”, planteó el experto en movilidad.
Finalmente, el director de Políticas de Movilidad de GROW, Vicente Torres, apunta que la micromovilidad eléctrica compartida, al ser desconocida por las autoridades, fue en un primer momento limitada e incluso prohibida.
“Hemos visto autoridades muy abiertas, muy interesadas que piden la entrada del sistema, que van de la mano con nosotros. También hemos visto autoridades en un término medio, que les gusta, pero que empiezan a entenderlo, a tomar datos, a trabajar con nosotros; y también hemos encontrado autoridades que tienen mucho miedo a realmente conocer cosas nuevas y dejar que crezcan”, detalló al término de su participación en el foro.
Los primeros datos que existen revelan el impacto que estos servicios tienen. Cifras del National Association of City Transportation Officials (NACTO) sobre el número de viajes hechos en servicios de micromovilidad muestran que en 2010 apenas 321 mil personas optaban por servicios de bicicletas compartidas con estaciones fijas.
Seis años después, en 2016, estos servicios ya sumaban 28 millones; sin embargo, la masividad de la micromovilidad fue posible a partir de la integración del scooter y la bicicleta dockless, los cuales en su primer año generaron poco más de 300 mil viajes, cifra que creció a casi 50 millones en 2018, con un aporte de alrededor de 35 millones de trayectos hechos sólo en patines compartidos.