MODELO DE FLUJO VEHICULAR PARA MEJORAR LA CIRCULACIÓN, DESARROLLAN EN LA UNAM
Crean investigadores del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM un modelo de flujo vehicular con un autómata celular (AC) probabilístico y el uso de un microsimulador computacional que analiza y mejora el desempeño de la circulación, señala María Elena Lárraga Ramírez, del Instituto de Ingeniería.
Se trata de un proyecto de la Coordinación Eléctrica y Computación de esa entidad, que utiliza modelos matemáticos simples y discretos, donde cada célula del autómata equivale a un automóvil en marcha o a un espacio vacío de la avenida donde se encuentran los vehículos.
Un estudio microscópico de las carreteras basado en modelos de AC y simulación computacional, como el que creamos, permite no sólo determinar las causas de los congestionamientos con la finalidad de disminuirlos, sino también evaluar el resultado de posibles modificaciones orientadas a la infraestructura, a fin de optimizar las redes carreteras antes de su implementación final.
Los modelos para tránsito vehicular basados en AC han llegado a ser un método bien establecido para analizar, entender y pronosticar el desempeño de la circulación real, cuya dinámica depende de un conjunto de reglas de evolución local y simple, fácil de entender, computacionalmente eficaz y suficiente para emular el desempeño de la circulación.
Experta en modelación de sistemas complejos en forma discreta y modelación computacional, Lárraga Ramírez precisa que el objetivo es hacer propuestas innovadoras para mejorar el tráfico, diferentes a las existentes en la literatura internacional, que sean más reales y flexibles y, sobre todo, enfocadas a las necesidades de México. La idea es plantear el simulador y validar su uso.
Las gráficas de densidad y flujo de automotores que obtienen los universitarios son similares a las observadas en avenidas reales; además, con una simulación de este modelo es factible ver las ondas de tráfico comunes, agrega.
En las sociedades modernas la demanda de movilidad aumenta y las capacidades de las redes carreteras están saturadas e incluso superadas. Además, en las regiones densamente pobladas es insostenible ampliarlas para flexibilizar la situación, por lo que la infraestructura tiene que ser utilizada de manera eficiente.
La mayoría de los países están preocupados por el alto gasto económico que representan los congestionamientos, ante ello, sistemas como el desarrollado en la UNAM representan una solución factible; sin embargo, para proponer rutas se requiere de criterios de evaluación profunda y de una buena base de conocimientos sobre el estado actual del tráfico vehicular.
Actualmente, indica Lárraga, las soluciones a problemas originados por el tránsito se orientan a un mejor manejo de los sistemas existentes mediante el uso de tecnologías avanzadas, a fin de mejorar el flujo y la seguridad vial. Sin embargo, un pronóstico aproximado de los impactos del uso de estas tecnologías es crítico antes de su desarrollo final, porque de otro modo puede resultar en una inversión perdida, por ser poco funcionales.
Los factores involucrados en una modelación son variados. La densidad del tráfico (vehículos que circulan por longitud del segmento estudiado) es importante, pero también lo son los límites de velocidad, incorporaciones de tráfico a una vía rápida, bloqueos, vehículos lentos y semáforo, entre otros.